De Caro Hernández, facilitador del proyecto, YES Institute
Los estudiantes de Mater Academy Lakes Middle School entienden el impacto de la intimidación sobre género y orientación a un nivel visceral. Durante nuestro diálogo comunitario, me quedé asombrada al escuchar las preguntas y las respuestas de estos estudiantes. Cuando les pregunté acerca de las expectativas de género para los niños, gritaron “los chicos no lloran!” y para las niñas, gritaron “lucen bonitas!” Sus ideas sobre las expectativas de género fueron honestas y sin filtro.
Los estudiantes entendieron inmediatamente que los insultos sobre la orientación se derivan de prejuicios sobre el género. También entendieron que cuando usamos insultos como “eso es tan gay,” puede hacer que otros se sientan deprimidos. Cuando les pregunté a los estudiantes la frecuencia con la que escuchan calumnias anti-gay, la mayoría de los estudiantes levantaron la mano y dijeron: "Todos los días."
Me recordabó cuando yo estaba en la escuela media. No me podía imaginar un día sin escuchar un insulto contra los homosexuales en la escuela. ¿Qué pasaría si todos los estudiantes de mi escuela hubieran participado en una presentación educativa como esta? Me imagino que hubiéramos crecido con menos miedo, y con una forma nueva de hablar sobre el género y la orientación que no desprecia a otros.
Un estudiante escribió, “Antes era homofóbico, así que nunca me han gustado la gente gay o transgénero, pero después del diálogo, he cambiado mi forma de pensar sobre estas personas.”
- un estudiante de 13 anos
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